Pleno casamiento en Maryland. El ministro está a punto de proclamar a la pareja como marido y mujer, cuando el novio, de nombre Dana Hanna, lo interrumpe. "Tengo que informar en mi cuenta de Facebook y Twitter que estoy a punto de dar el sí" dice el sujeto, ante la cara de asombro del ministro y de la propia novia. Y si no fueron exactamente éstas palabras, básicamente es la idea. Saca su celular y se conecta. Finalmente da la orden de proseguir con la ceremonia. Ocurrió en noviembre, en EEUU, en pleno altar.
Trabajo en el rubro informático y con internet, y tengo mi cuenta en Facebook por supuesto, así que hablo con conocimiento de causa. Hay que saber ubicarse en la vida, algo que este salame parece no entender. Al él le recomendaría tratarse con un buen psicólogo. Y a ella, afilar una cuchilla y cortarle los dedos de a uno, cada vez que tenga uno de estos brotes de exhibicionismo global.
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