Transcripción de un artículo que revela cómo se obtuvieron los miles de documentos que publicó Wikileaks días atrás y que puso a EEUU en apuros. Ésta es la historia oficial. Determinados sectores en cambio desconfían de esta versión, y hacen responsable de la filtración a grupos de ultraderecha estadounidenses que buscan desestabilizar a Obama. Los amantes de las cospiraciones, agradecidos.
Todo fue posible gracias a Lady Gaga, podría decirse. Día tras día, el joven soldado Bradley Manning –un analista de inteligencia del ejército estadounidense, de 22 años, movilizado en Irak–, entraba a las oficinas de informática de una base de EE.UU. en Bagdad, y copiaba en un CD falso de la excéntrica cantante miles de documentos secretos que luego entregó a Wikileaks.
“Nadie sospechó nada. Fue extremadamente fácil. Tuve acceso a los servidores 14 horas al día los siete días a la semana durante ocho meses”, le confesó Manning por chat a un amigo hacker, Adrian Lamo, 29, quien terminó denunciándolo al Pentágono .
Bajo el alias de Bradass87, Manning chateaba con Lamo y le dijo: “Entraba a la sala de informática con un CD regrabable de música que decía ‘Lady Gaga’, borraba la música y grababa un archivo comprimido con la información secreta. Nadie sospechó nunca nada y probablemente nunca lo sabrán”.
Manning estaba entusiasmado y siguió contando: “Hillary Clinton y miles de diplomáticos del mundo van a tener un infarto cuando se levanten un día y sepan que el contenido de esos documentos es de dominio público”.
Rubio y casi un adulto, el joven soldado contó a su amigo hacker haber visto documentos “con manejos políticos casi criminales; la versión anti relaciones públicas de los hechos y las crisis del mundo”. Y mientras se llevaba en un CD lo que “posiblemente sea la mayor pérdida de datos en la historia estadounidense’’, Manning tarareaba la canción “Telephone’’, de Lady Gaga, según él mismo le contó a su amigo hacker.
Bradass87 le sugirió a Lamo que “alguien que conozco íntimamente” había estado descargando y comprimiendo y cifrando todos estos datos y subiéndoselos a alguien que identificó como Julian Assange, el fundador de Wikileaks.
Lamo contactó al Pentágono el 23 de mayo.
Tres días después, Manning pasaba de la base de Bagdad a una celda en Kuwait . Hoy está en confinamiento solitario en Quantico, Virginia, bajo estricta vigilancia para que no se suicide . Y aguarda una corte marcial, prevista para el año que viene, acusado de filtrar a Wikileaks un video secreto sobre un ataque norteamericano a un grupo de civiles en Irak, en el que murieron 12 personas entre ellas dos periodistas de Reuters.
Y es el principal sospechoso de todas las filtraciones que siguieron : desde los documentos sobre las guerras de Irak y Afganistán, hasta los cables diplomáticos difundidos el domingo. Podría enfrentar hasta 52 años de prisión .
De acuerdo a The New York Times , Manning, un homosexual de infancia amarga, se unió al ejército donde, según sus amigos, su vida social estaba definida por su necesidad de ocultar su sexualidad bajo la política de “no preguntes, no digas”, y malgastó su inteligencia en llevar café a los oficiales .
Pero unos dos años atrás, Manning viajó a Cambridge, Massachussets, para visitar al hombre del cual se había enamorado. Había encontrado un lugar en el mundo, en un círculo social que incluía hackers de computación políticamente motivados, además de a su novio, un travesti.
Por lo tanto cuando su carrera militar parecía ir a ningún lado, Manning acudió a estos amigos para buscar apoyo moral. Y ahora algunos de esos amigos se preguntan si su desesperación por ser aceptado pudo haberlo empujado a revelar el mayor tesoro de secretos del gobierno desde el escándalo de los “Papeles del Pentágono”.
“Traté de aclararle a Brad que tenía un futuro prometedor”, contó Daniel Clark, uno de esos amigos de Cambridge. “Pero cuando se es joven y se está en su situación, es difícil convencerse de que las cosas van a estar mejor, especialmente en el caso de Brad, porque en su pasado, las cosas no siempre fueron bien”, dijo.
La infancia y adolescencia de “Brad” estuvieron marcadas por las bromas que lo pintaban como un “chico raro” que prefería hackear los juegos de la computadora en vez de jugar con ellos. “Estuve aislado durante tanto tiempo”, le confesó Manning a Lamo, quien entregó copias de las charlas a las autoridades y a los medios.
“Brad” explicó que filtró la información porque quería “que la gente vea la verdad, porque sin información no se pueden tomar decisiones fundadas como público’’.
Si bien “hackear” ha llegado a significar varias cosas, en su esencia –según quienes lo hacen– es la filosofía de que la información debe ser libre y accesible para todos.
Y Manning tenía acceso a la información más secreta del planeta .
Un funcionario de alto rango del Departamento de Defensa, quien pidió no ser identificado, señaló que desconocía si se tomaron medidas disciplinarias en torno a las condiciones de seguridad en el puesto de Manning en Irak.
En sus conversaciones por internet con su amigo hacker, Manning describe esas condiciones como sumamente laxas . El sitio “Wired.com” publicó en junio una bitácora parcial de las conversaciones que “Brad” mantuvo con Lamo. “Servidores débiles, débil ingreso al sistema, seguridad física débil, contrainteligencia débil, desatento análisis de señal’’, escribió Manning. “Una tormenta perfecta’’.
Un hacker, en Irak
Aburrido en Bagdad, Manning –especialista en piratear computadoras– copió miles de documentos. Podrían caberle 52 años.
Cargo: analista de inteligencia
Edad: 22 años
Estado civil: soltero
Entre 2009 y 2010 copió en Irak miles de documentos en un CD que decía “Lady Gaga” -como si fuera música de la cantante- y que llegaron a Wikileaks. Manning se lo contó a un hacker, que lo denunció.
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