Impuestazo tecnológico o de cómo rezaremos para que no se rompa nuestra compu

Con media sanción en diputados, el proyecto de recargar un IVA a todos los productos tecnológicos no "construídos" en Tierra del Fuego amenaza con salir pronto. Sólo falta el visto bueno del senado.

Se esgrime, entre otras barbaridades, el argumento de la defensa de la industria local. Excusa cargada de falacia ya que en Argentina no se construyen ni mothers ni discos rígidos ni memorias. Estas fábricas lo único que hacen es un trabajo de montaje de componentes extranjeros, por lo general provenientes del sudeste asiático.

Por las nubes se irán los precios de computadoras (salvo notebooks y netbooks según tengo entendido), celulares, cámaras digitales, y hasta lavarropas y heladeras. No sorprende que quienes proponen ésto sean tipos que ganan 20000 pesos por mes y para los cuales el aumento será una mera cosquilla.

Un grupo de jóvenes han montado un sitio llamado no al impuestazo, donde podrán encontrar más información sobre lo que se viene. ¿Alarmistas o gente que nos canta la posta? Como viene la mano en este agujereado país, me inclino por lo segundo (se ve que usar los fondos del ANSES no es suficiente y hay que recaudar como sea y a cualquier costo).

Entre otras cosas anuncian que:

- Un monitor LCD de 17 pulgadas de los que van con cualquier computadora prearmada, tendrá el mismo gravamen impositivo que los de 23 pulgadas que permiten ver peliculas en alta definicion y cuestan mas de 1500 pesos.

- El lavarropas o la heladera, que son basicos en cualquier casa de familia, tambien seran gravados a la par de los televisores LCD de 42 pulgadas.

Se estima que los recargos rondarán el 30 %, situación que ampliará sin dudas la brecha tecnológica entre la población.

Por todo lo dicho, es muy probable que el mes que viene las entradas de este blog les lleguen en el siguiente formato:

A continuación, algunas de las imágenes creadas por el grupo antes mencionado y que muestran con humor lo que implica involucionar tecnológicamente.









¿Cuánto de verdad y mentira hay en todo esto? A la brevedad lo sabremos.